
La fanesca es un plato tradicional característico de la Semana Santa en Ecuador. Esta tradición surgió a raíz del período de ayuno impuesto por la religión católica, durante el cual se prohibía el consumo de carne. Por ello, en esa época se popularizó el consumo de cereales y pescado. Dentro de la gastronomía ecuatoriana, la fanesca es considerado uno de los platillos más deliciosos y representativos.

La fanesca recibe su nombre de uno de sus ingredientes principales: el bacalao, cuyo pariente cercano es la faneca (en inglés Norway pout), un pez de la misma familia originario de las aguas del Atlántico y conocido en el norte de España y Portugal.
Históricamente, este plato tiene su origen en la época prehispánica con motivo del equinoccio de marzo, cuando se cosechan los granos y cereales.

Preparación de la Fanesca
La preparación de la fanesca varía según el gusto y la región del Ecuador. En la Sierra, se conoce como “fanesca” al plato que contiene los 12 granos tradicionales. En la Costa, específicamente en la provincia de El Oro, se le llama “marinera”, ya que se prepara con mariscos. En la región de Azuay, particularmente en Cuenca, se incorpora mote y achogchas en su elaboración.
En esta preparación, la historia y la cultura se entrelazan. Después de este plato principal, se suelen servir postres tradicionales como: arroz con leche, buñuelos con miel, higos con queso, la chucula (pudín de plátano), la natilla (pudín de leche) y el jucho (una bebida dulce de frutas que se sirve caliente o fría). Estos dulces representan una recompensa tras semanas de abstinencia.

Se dice que los católicos utilizan los (12) granos como símbolo de los (12) apóstoles que estuvieron con Jesús en la Última Cena.
Los 12 granos usados en la Fanesca

- habas
- arvejas
- frijoles tiernos
- fréjoles amarillos
- frijol pequeño
- fréjol cholo
- Maíz
- Chocho
- Mote (maíz sin cáscara, cocido)
- Lentejas
- Garbanzos
- melloco (olluco o basela tuberosa)
La recomendación para la preparación de la fanesca es desgranar todos los granos, convirtiendo esta tarea en una actividad que motive a la familia a trabajar en conjunto. Esta es una de las particularidades de este plato tradicional: reunir a la familia en un lugar especial del hogar, la cocina. Se trata de un trabajo arduo, meticuloso y que requiere de muchas manos, paciencia y tiempo, pero todo vale la pena cuando se degusta esta delicia.
En el pasado, la fanesca solo se podía consumir el Viernes Santo y, aunque esta tradición aún se mantiene en la mayoría de las familias, en restaurantes de Quito y otras ciudades de Ecuador es posible degustar este plato casi un mes antes y después de esa fecha.
La “Fanesca” es un plato maravilloso, único en el mundo, considerado como un “patrimonio cultural intangible” de Ecuador. Su elaboración y receta tradicional están profundamente arraigadas en la historia y tradición ancestral, uniendo a familias enteras.
Venga a Ecuador, pruebe Fanesca, ¡su paladar se lo agradecerá!
