El camino hacia Quitsato
Acompáñenos DE QUITSATO A OTAVALO – LOS DESTINOS MÁS HERMOSOS DE LA PROVINCIA DE IMBABURA
El pasado fin de semana fue momento de una nueva aventura en Ecuador. Otavalo es uno de los lugares imprescindibles para visitar, así que decidimos ir hasta allá. Sin embargo, como la ciudad se encuentra a poco más de dos horas de Quito, quisimos aprovechar el viaje para explorar otros lugares en la región de Imbabura.
Comenzamos nuestro recorrido poco antes de las 8:00 de la mañana y, tras aproximadamente una hora y media, llegamos a nuestra primera parada: Quitsato. Allí se encuentra un reloj solar, ubicado —al igual que el sitio turístico “Mitad del Mundo”— directamente sobre la línea ecuatorial. La entrada cuesta tres dólares, pero como desde el pequeño muro perimetral se puede observar el reloj prácticamente igual de bien que desde el interior, decidimos ahorrarnos ese gasto y utilizar el dinero en algo que consideramos más provechoso.
Un desayuno Típico Ecuatoriano
De hecho, justo al frente se encuentra un lugar llamado “La Vasija”, donde elaboran los tradicionales bizcochos, unas galletas saladas que son un emblema de la región. Allí nos explicaron cómo se hornea esta deliciosa especialidad y, sobre todo, cómo se debe consumir.
Lo típico es colocar primero un poco de manjar (caramelo) sobre el bizcocho y luego tomar un trozo de queso mozzarella envuelto en hojas, enrollarlo y colocarlo también sobre la galleta. Desde nuestra perspectiva, puede parecer una combinación algo inusual a primera vista, pero en realidad el sabor es realmente delicioso, por lo que decidimos comprar 9 bizcochos adicionales como “souvenir” por solo un dólar.
También se ofrece allí un desayuno típico, que resulta muy accesible por un valor de tres dólares. Este incluye una bebida caliente (café o chocolate), un jugo —por lo general de mora—, los mismos deliciosos bizcochos con manjar que se mencionaron anteriormente y huevos tibios, fritos o revueltos, según la preferencia del comensal.
Este desayuno es altamente recomendable, no solo por ser poco común y sabroso, sino porque, si usted participa en un tour guiado en bus como fue mi caso, también se presenta la oportunidad de conversar con los demás viajeros y hacer excelentes nuevos contactos.
Siguiente parada: La Laguna de Cuicocha
Fortalecidos, pudimos continuar hacia la siguiente parada, concretamente la Laguna de Cuicocha, ubicada a los pies del volcán Cotacachi. Se encuentra a aproximadamente a 1 hora y 10 minutos del reloj solar y de la fábrica de bizcochos, se recomienda llevar zapatos cómodos para caminar y una chaqueta impermeable, ya que el clima puede cambiar con rapidez.
Esta fue ya mi tercera visita a una laguna en Ecuador, después de conocer “Yambo” y “Quilotoa”, pero siempre me ilusiona, ya que cada una tiene un color distinto, dependiendo también del clima, y por eso son absolutamente únicas. Ese día el cielo estaba nublado y la laguna Cuicocha lucía de un profundo color azul grisáceo.
Lo que la hace especialmente interesante es que tiene dos islas en el centro, llamadas “Wolf” y “Yerovi”. Estas forman parte de la reserva natural Cotacachi-Cayapas, por lo que no está permitido ingresar a ellas. Solo con autorización especial, algunos científicos las visitan ocasionalmente para fines de investigación.
Caminar alrededor de toda la laguna tomaría aproximadamente seis horas, por lo que decidimos recorrer solo un tramo hasta llegar a las oficinas administrativas, desde donde se obtiene otra vista panorámica de la laguna y sus islas. En resumen, es un lugar hermoso que refleja con éxito las condiciones naturales del Ecuador y que vale la pena visitar sin duda alguna.
Posteriormente, hicimos una parada en el pueblo de Cotacachi, conocido principalmente por sus artículos de cuero y por contar con algunas iglesias muy bonitas. Nos quedamos allí solamente unos 30 minutos, ya que finalmente era momento de dirigirnos hacia el famoso Otavalo.
Llegada a Otavalo
Nos estacionamos en un amplio parqueadero justo al lado del mercado. Sin embargo, dado que ya eran cerca de las 3:00 p.m., decidimos almorzar primero. Recomendamos especialmente el restaurante “Mi Otavalito”, que ofrece platos tradicionales muy sabrosos y es también una excelente opción para vegetarianos o personas con otras preferencias dietéticas. Además, en este lugar puede disfrutarse de un excelente ambiente para intercambiar experiencias de viaje mientras se disfruta de la comida.
Luego, por supuesto, llegó el momento de visitar el mercado en sí, que se encuentra justo frente a la puerta de “Mi Otavalito”. Nos comentaron que normalmente ocupa unas 45 cuadras de la ciudad, aunque debido a la pandemia se ha reducido un poco. Aun así, nos pareció increíblemente grande; uno podía adentrarse por casi cualquier calle y era difícil encontrar el final. Allí se puede comprar de todo lo relacionado con Ecuador en cualquier forma. Desde pequeños souvenir y decoraciones como llamas y tortugas de Galápagos hechas a mano, hasta pantalones de tela, suéteres cálidos de lana de alpaca, fundas de almohada y manteles, atrapasueños, pantuflas, mantas de lana, decoración para paredes, ponchos… la variedad de productos es interminable.
El Mercado en si
Lo que me gustó particularmente fue la forma de negociar allí. Personalmente, no me agrada cuando intentan “imponerte” productos, como suele ocurrir en muchos mercados, pero en Otavalo no es así en absoluto. Los vendedores son todos amables y, si usted muestra interés en sus artesanías, le explican lo que ofrecen sin hacerle sentir presionado para comprar algo. Por esta misma razón, quisimos apoyar a estas personas tan amables y adquirimos algunos productos.
Nos comentaron de antemano que en Otavalo también se puede negociar el precio, y que es como un juego de ida y vuelta entre el vendedor y el comprador hasta que ambos llegan a un acuerdo satisfactorio. Nos pareció muy divertido, y los comerciantes suelen ser bastante flexibles para acomodarse a sus clientes.
Alrededor de las 4:30 p.m. llegó el momento de regresar a Quito, ya que el trayecto desde Otavalo hasta la capital dura aproximadamente 2 horas y 15 minutos. Coincidimos en que la zona que abarca Quitsato, Cuicocha y Otavalo no debe faltar en ninguna visita a Ecuador. Estos destinos se combinan perfectamente por su proximidad, y gracias a las diferentes paradas, el equilibrio entre el tiempo en el bus observando el paisaje, las exploraciones a pie y los placeres culinarios es realmente inmejorable. ¡La provincia de Imbabura espera con ansias su visita!
